Hace unos
meses leí un libro de Federico Moccia donde su protagonista hacía algo
interesante cada comienzo de mes, establecía metas o ponía algo que
diferenciaba ese mes del siguiente. Hoy es el segundo día del mes, pero cuando
esto se me ocurrió, era el inicio.
Me gustaría escribir un post diario
en este mes. Algo que haga los días diferentes, algo que separe este diciembre
de todos los diciembres de mi vida. Nunca me ha gustado este mes. Cada vez que
quiero recordar sobre este mes me sabe a villancicos tristes, calles desoladas
y una sensación rara por dentro. Así que aquí va, un proyecto personal que
espero me resulta y me sirva como catarsis. Sean bienvenid_s a mi DICIEMBRE.
DICIEMBRE 1
Libro que estoy leyendo: No me iré sin decirte adónde voy, de Laurent Gounelle. Jamás he leído
nada de él, pero el argumento me encanta. He ido separando cosas interesantes
que encuentro entre sus páginas. Hay muchas, pero me gustaría citar una que
encontré hoy:
- No soy especialista en el tema pero… no recuerdo que Jesús dijera nunca “Amádme”. Por el contrario, estoy seguro que dijo “Amaos los unos a los otros”.Me miró en silencio con la boca entreabierta, completamente estupefacta. Grogui.Permaneció así largo rato, petrificada, mirándome con sus grandes ojos abiertos. Me pareció casi enternecedora y, al final, terminé sintiendo compasión por ella.- En cambio –añadí-, reconozco que sigue usted los preceptos de Jesús cuando ordena “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.Su mirada se tiñó de incomprensión. Seguía en silencio, desconcertada, cada vez más conmovedora. Puse mucho tanto de mi parte y le pregunté con sinceridad:- Señora Blanchard, ¿por qué no se ama usted a sí misma?
Debo añadir que no es, al menos en
inicio, un libro que trate sobre cristiandad, sino sobre el descubrimiento de
uno mismo, de sus capacidades, de la toma de conciencia, de asumir la
responsabilidad por la vida que un_ mism_ construsye. Y también adelanto que en
la página 277, la Señora Blanchard le ha dejado una deliciosa torta de
chocolate a nuestro protagonista.
Película:
Happy Feet 2. Me fui con mis sobrinas y nunca creí que me gustara tanto,
incluso más que la primera. Aunque tiene, claramente, un corte infantil, la
historia es muy parecida al libro que estoy leyendo: la búsqueda incansable de
lo que nos diferencia, de lo que nos hace únicos y luego como desde esa
particularidad somos parte de un todo, de un grupo, de un conjunto de seres
humanos que caminan junto a nosotr_s, a lo largo de nuestra vida. Ser
diferentes es bueno, pero entender que somos parte de algo más grande va de la
mano. Lo que hacemos le afecta, para bien o para mal, a alguien más.
Postre del día: Helado de Chocolate, en BaskinRobbins (o como se escriba)
Hoy tuve miedo a: Pensar en el cambio que se me viene, si es que viene. Todo lo que
parece desconocido, aterra.
Hoy he dormido mucho, muchísimo,
aprovechando que me ha tocado venir al turno nocturno y no he tenido clases.
Entre despertada y despertada en ido a pagar las cuentas, a ver si cambio de
celular, de plan, a comprarle el regalo a mi amigo secreto y al cine. Ha sido
un día bueno.
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